El síndrome de Stendhal por Oliver Jeffers

Las imágenes me han fascinado desde que tengo uso de razón. Tanto al verlas como al hacerlas.Algunos cuadros destacan de manera fundamental por cómo influyeron en mi manera de pensar y de mirar las cosas.

Siguiendo un cierto orden cronológico, una de las primeras veces que recuerdo estar totalmente saturado por una imagen fue con la última página de 'The Bad Tempered Ladybird' de Eric Carle, donde, en una sola composición, una mariquita trata de pelear con una ballena azul. El sentido de la escala me asombró. Ahora lo recuerdo, preguntándome por qué la ballena parecía tan grande cuando estaba dentro de un libro del mismo tamaño que cualquier otro, cuando me di cuenta de que era debido a la mariquita.


Era el contraste entre los dos. Me sentía como si hubiera aprendido un nuevo truco, algún tipo de secreto, y aproximadamente durante todo el año siguiente estuve dibujando ballenas y olas, haciéndolas enormes con sólo colocar un pequeño barco o una casa diminuta en algún lugar de la página. Este juego continuó durante algún tiempo. Ahí estaba yo, dibujando a una persona normal de pie sobre algo de césped. Pero un momento, ¡no! Él se ha convertido en un gigante en el momento en que dibujo un autobús aproximándose a la altura de su tobillo. Esta fascinación por el sentido de la escala, y el espacio negativo natural que ofrecen las imágenes, sigue siendo todavía una de las mayores características que definen mi trabajo. Probablemente siempre lo será.

Durante los últimos años he estado realmente interesado en el uso de la pintura figurativa como un medio hacia lo conceptual, más que como un fin en sí mismo, y en este sentido hay dos pinturas, en particular, que destacan como influyentes en mi. En primer lugar, "Ceci n'est pas une pipe" de Magritte. Años atrás, cuando estudiaba apreciación del arte, me mostraron este cuadro. Todos en la clase pensaban que era una pintura genial, pero sentí que yo era el único que la entendió en lugar de desestimarla como un simple truco. No era una pipa. Era el dibujo de una pipa. Entonces, ¿qué era lo que hacía que la reconociésemos como una pipa? Me rompí la cabeza pensando en esto, y en cómo nosotros reconocíamos la pintura figurativa como algo. ¿En qué momento unas manchas sobre una superficie plana dejaban de serlo para convertirse en una imagen real como las del mundo que nos rodea? Mirando atrás, no creo que realmente llegara a "pillarlo", más bien entendí el potencial psicológico de la pintura. No me daba cuenta de que estaba tratando esencialmente con problemas de mecánica cuántica sobre el reconocimiento en múltiples dimensiones. Al pensar en ello ahora, todavía me duele la cabeza. Pero aún así sigo pensando en ello. Y hago arte sobre el tema.

"Ceci n'est pas une pipe". Magritte. 1928/29.

En tercer lugar, hay una serie de pinturas del pintor Mark Tansey llamadas "Pintura de Acción", donde retrata a personas como si estuvieran pintando un paisaje o la naturaleza, pero el tema de su pintura es un accidente de coche, o el lanzamiento de cohetes, esos acontecimientos pasan delante de ellos y se reflejan exactamente igual en las pinturas de sus caballetes. Tansey me mostró que pintar cosas imposibles era totalmente posible y, a diferencia del arte fantástico donde no hay más que imposibles (y que nunca me ha atraído), sus imposibilidades eran sutiles y basadas en el mundo real. Esas pinturas cuestionaron nuestra comprensión de las cosas, de nuestros sistemas de vida, y esto es algo en que me he envuelto como pintor; el uso la pintura figurativa como una forma de explorar los diferentes sistemas que los seres humanos emplean para comprender nuestro mundo.

"Action painting". Mark Tansey. 1981.

Cuando decidí que iba a utilizar la pintura figurativa como un medio para responder a mis propias preguntas, también decidí que necesitaba producir pinturas figurativas lo bastante convincentes para que la idea funcionara. Empecé a estudiar más de cerca las técnicas de trabajo de los grandes artistas de la pintura figurativa para aprender cómo lo hicieron ellos ¿Cómo hacía Velázquez para que las manos que pintaba parecieran manos? ¿Cómo hacía Caravaggio para que la forma de la luz fuese creíble? ¿Cómo Sargent hacía que todo pareciera absolutamente real con unas pocas pero seguras pinceladas?

"Lady Agnew of Lochnaw". Sargent. 1892.

Comencé a leer acerca de estos artistas con un nuevo y gran respeto hacia sus trabajos. De repente, tratando de hacer por mí mismo pinturas parecidas a las de estos autores, caí en la cuenta de la magnitud de lo que estos pintores habían hecho. Podría elegir cualquiera de estos cuadros como influencia, cuando más concretamente fue la manera en la que empecé a pensar en ellos, y a verlos tal y como se suponía que debía hacerlo, lo que me influyó.

Detalle de "Las Meninas". Velázquez. 1656.

Sin embargo, una de esas pinturas tiene una historia más interesante que las demás, de modo que la mencionaré aquí. Es "La Dama escribiendo una carta" de Vermeer. Esta pintura fue robada de una casa en el sur de Irlanda hace unas décadas. Desapareció durante varios años antes de que se descubriera en una maleta bajo una cama en Amsterdam hace unos 10 años. Tras este tiempo se hizo una limpieza concienzuda de la pintura y entonces se descubrió un agujero hecho con una alfiler bajo el ojo izquierdo de la protagonista. Esto fue suficiente para demostrar una teoría de un historiador del arte que había defendido durante mucho tiempo; Vermeer no había usado la cámara oscura para proyectar imágenes sobre el lienzo, había estado trabajando la escala y la composición matemáticamente, poniendo una alfiler en el punto central, y atando un trozo de cuerda para medir con exactitud cada elemento y hacer todos los ajustes. Una pieza muy importante de la historia de la práctica del arte que no se hubiera descubierto si la pieza no hubiese sido robada.

"Dama escribiendo una carta con una criada". Vermeer. 1670

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